Los quesos son protagonistas en nuestra vida cotidiana, en el desayuno, en las medias nueves, en el almuerzo y en la cena siempre podemos contar con su presencia o protagonismo. A menudo compramos tablas de queso y no tenemos ni idea porque están dispuestas de cierta manera ni de que clases de quesos se trata. Por está razón vamos a compartir una pequeña y buena explicación acerca de los quesos que podemos usar en nuestras tablas de queso y demás indicaciones.
- Lo primero que tenemos que tener en cuenta es nuestro gusto y paladar, es decir, si no somos muy amigos de quesos con sabores un poco fuertes, ácidos y con algunos olores un poco extraños, es mejor que empecemos con quesos mucho más frescos y sin tantos aromas.
- Los quesos se tienen que guardar en la nevera por temas de conservación, pero antes de probarlos y poderlos cortar es mejor que estén por fuera de la nevera 30 minutos antes de servirlos o consumirlos.
-Trata de acompañar los quesos con distintos tipos de embutidos como chorizos, salami, jamón serrano etc. con el fin de que nuestro paladar no se sature de sabores.
- En lo posible acompaña la tabla de quesos con frutas dulces, las más indicadas son uvas, fresas y duraznos. También pueden funcionar los frutos secos como nueces de pecan, almendras, nueces del Brasil etc.
- Tener a la mano vino tinto (Malbec, Merlot y Carmenere) y vino blanco (Late Harvest, Chardonnay, Sauvignon Blanc) puede ser gran acompañante.
- Los quesos que por lo general contiene una tabla de quesos son:
· Tilsit ahumado o con finas hierbas
· Queso Manchego
· Gruyere
· Holandes
· Camambert o Brie
· Queso azúl.
Lo único y realmente importante de hacer la tabla de quesos es colocar los quesos más suaves en el exterior de la tabla y los de sabores más fuertes en el centro.
Ahora bien, esto son solo consejos, recuerden que nuestro paladar tiene gustos y percepciones distintas con las que podemos explorar y ser creativos a la hora de crear nuestra tabla de quesos personalizada.
JORGE MARIO VILLAMIL